El título de intérprete en televisión no designa a una categoría propia de intérpretes. El intérprete en televisión es más bien un intérprete de conferencias que ha adquirido una dilatada experiencia en los medios de comunicación y que se ha adaptado a las exigencias propias del mundo de la televisión. El intérprete en televisión tiene que ser capaz de captar perfectamente el estado de ánimo del interviniente y reproducir fielmente los matices de su intervención, con gran fluidez y sobre todo inmediatez, para acabar la intervención al mismo tiempo que el orador original, a fin de no ir a la zaga del personaje entrevistado, permitiendo una comunicación fluida entre los interlocutores.